La importancia del equipo directivo en la transformación educativa.

Recientemente leíamos en El País las reflexiones de directoras y directores de colegios innovadores sobre las dificultades de abordar el cambio en la educación.

La principal es la residencia de docentes “tradicionales” y de algunas familias. La clave, según estos profesionales, el papel de los equipos directivos de los colegios que quieren transformar la educación en una experiencia enriquecedora y útil.

Michael Fullan, asesor en Educación durante 10 años del primer ministro de Ontario y catedrático emérito de Educación de la Universidad de Toronto, critica al profesorado que cierra la puerta y se aísla en su clase. De esa manera es imposible contrastar tú práctica en el aula y mejorar.

La transformación educativa pasa, según todos los indicadores, por el liderazgo del equipo directivo. Lo dice la OCDE, lo dice ISEI-IVEI (organismo dependiente de Gobierno Vasco) y lo dicen todos los profesionales de cierto nivel que se dedican a la educación (como José Antonio Marina y otros muchos y muchas). El equipo directivo debe ser el primero en formarse, el primero en trabajar de forma cooperativa, el primero en compartir la información y estar dispuesto a cambiar y mejorar.

El equipo directivo tiene la misión de llevar a cabo el proyecto educativo, de acompañar al profesorado y de trasladar esa visión a toda la comunidad: familias, docentes, alumnado, entorno social, político y económico.

Lourdes Bazarra, formadora y coautora del libro “La escuela ya no es lugar “, afirma que “La renovación pedagógica no puede depender de la voluntad de los docentes, de que tengan las antenas puestas y se pongan las pilas para innovar. Los equipos directivos tienen que asumir su rol y sistematizar la formación”.

Con esa visión nació Osotu. Desde el primer día nuestro equipo directivo se forma, trabaja y mejora en comunidad. Comparte una misma visión, tiene los mismos valores y objetivos. Cada una y cada uno con sus fortalezas y habilidades que, compartidas, nos hacen mucho más fuertes.

Dice María del Mar Santos, directora del colegio público Manuel Bartolomé Cossío, que, por muy bueno que sea, el profesor aislado no sirve: “El profesor solitario no transforma un colegio, el equipo directivo es el motor del cambio y lo importante es replicar el modelo año tras año independientemente del profesor que esté”.

Todo esto parece obvio. Quien haya trabajado en cualquier organización sabe que la inteligencia colectiva, la corresponsabilidad, las metodologías comunes a todo el organigrama y los objetivos compartidos son básicos para el éxito; de una empresa, de un equipo deportivo, de una institución y desde luego también de un colegio.

Podéis leer dos interesantes artículos en relación esto en los siguientes links: aquí y aquí.