Aprender durante toda la vida como en la guardería
No son palabtras de un profesor de educación infantil. Lo ha dicho Mitchel Resnick, físico, doctor en computación y director del grupo Lifelong kindergarten en el MIT Media lab (Instituto Tecnológico de Massachusetts).
Su propuesta: aprender durante toda nuestra vida y por supuesto durante toda la etapa educativa como en una guardería. Lo explica en su libro Lifelong Kindergarten: Cultivating Creativity through Projects, Passion, Peers, and Play, publicado por MIT Press.
Según Resnick, “necesitamos tomar el enfoque de nuestra escuelas infantiles, aprendiendo mediante actividades como diseñar, crear, experimentar y explorar, y extenderlo a todas la escuela, de hecho a toda nuestra vida.”
El reputado programador y creador del lenguaje Scratch, del que muchas y muchos habréis oído hablar (seguramente porque vuestros hijos e hijas han experimentado con él en clase), cree que la educación debe fomentar el pensamiento creativo, que es, según su propia definición, “la capacidad de tomar caminos alternativos a nivel cognitivo, desarrollar nuevas ideas y conceptos”. “Decimos que alguien es creativo -explica- cuando rechaza las alternativas obvias y corre riesgos, bucea en su propio conocimiento y habilidades hasta que encuentra una solución o algo que funcione mejor, que sea más eficaz”.
Resnick toma su modelo pedagógico de Friedrich Froebel, que acuñó el termino Kindergarten y basó en el juego su sistema de educación infantil, desafiando a la enseñanza tradicional. La teorías de Froebel chocaban frontalmente con las de la educación imperante en su época (y en la nuestra), que se basaba en las lecciones del maestro mientras los alumnos se limitaban a recibir las enseñanzas sin apenas interacción ¿os suena?
Por supuesto los recursos cambian con la edad y mientras en el jardín de infancia son los colores o los bloques de construcción, en edades más avanzadas podrían ser herramientas tecnológicas.
Resnick basa su apuesta en lo que los niños y niñas desarrollan con su lenguaje de programación Scratch (basado en bloques). Ha visto de lo que son capaces, desde animaciones y juegos, hasta presentaciones, arte interactivo y tutoriales. “Eso me demuestra que, al hacer esto, los niños se desarrollan como pensadores creativos”, afirma.
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