Según informa eldiariodelaeducacion.com, el Tribunal Superior de Justicia de Galicia califica la actuación del centro escolar durante del curso 2013-2014 de negligente y da la razón a la familia en su petición. La sentencia, que indemniza al alumno con 4.500 € y otros 1.500 a la madre, supone dar por probado que la actuación del centro “durante ese tiempo (inicio del curso 2013-2014), dista de ser el deseable y debe calificarse de negligente, cuando se suprimen unos apoyos visuales que resultan imprescindibles para que al menor le resulten previsibles las tarea”.

El detonante de esta situación fue el traslado de su tutora y de su profesora de pedagogía terapeútica y la retirada del aula de los pictogramas que le servían para comunicarse. Comenzó así una batalla contra la anterior dirección del centro.

La sentencia, de todos modos, rebaja la cuantía de la indemnización solicitada por la familia. Ésta reclamaba 50.000 euros debido a que el niño tuvo que abandonar el centro dos meses por prescripción de la psicóloga y comenzar a tomar medicación. Arturo, que así se llama el menor, sufre un Trastorno del Espectro Autista no verbal y contaba con 9 años de edad en aquel momento. En la actualidad cursa 6º de Primaria en el mismo centro escolar pero con otro tutor.

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